lunes, 6 de febrero de 2012

Las cosas que uno inventa en esta ciudad...


La ciudad desde el aire
¿Loca? Un poco, quizás. Pero había que hacerlo. Si, lanzarse en paracaídas es de esas cosas que hay que hacer antes de morir. Más que una experiencia extrema, supone un reto personal para dominar el miedo, para ponerse a prueba uno mismo y para experimentar esa sensación de volar, aunque suene trillado decirlo.
Pero aparte resulta ser una experiencia de ciudad maravillosa. Yo siempre con ese cuento, lo sé.  No lo puedo ver de otra manera. Estar a 8 mil pies de altura (o el equivalente a 4 kilómetros) y ver desde allí parte de la localidad de Higuerote reconforta el alma. Para quienes no somos ateos, resulta inevitable conectarse con Dios y su creación. ¡Qué perfecta la naturaleza¡
¿Si sentí miedo? Inexplicablemente no. Y suena extraño viniendo de alguien que no suele montarse más de dos veces en una montaña rusa porque se marea. Pero los chicos de Skydive te transmiten mucha seguridad. Sólo un poco de susto antes de dar el salto y listo. Allá vamos!!!!
Waooo. Saltas del avión, das una voltereta en el aire y, luego de estabilizarnos, se inicia el minuto en caída libre. Les juro que tuve esa sensación horrible de vacío. Más bien sientes que flotas. Maravillosamente. Y por unos segundos te conjugas con las nubes, el viento, el paisaje, la nada… No hay miedo. Ni conciencia que te conecte con la muerte. Sólo la convicción de que será algo único en tu vida.
Y tú. ¿Cuándo te lanzas? :D

Mirelis Morales Tovar
Fotos: Skydive Venezuela

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