Venezuela: nos queda mucho por aprender
Si, los optimistas también nos
desesperanzamos. También nos sentimos
abatidos. Así que dejo por un momento de levantar la bandera de la esperanza o de darle
ánimos a los incrédulos que no creen en este país, para sumergirme en la tristeza. Anoche mi sensación
de desasosiego era tal, que simplemente no me dejó dormir y llegué a pensar por primera
vez en mi vida: porque no me fui como el resto de la gente, que sabía desde
2000 que esto acabaría mal.
Pero ya el barco se fue, o al
menos así lo siento hoy… ¿Aguantaré 6 años más? Ya serían dos décadas. Por
Dios, los años más productivos de mi vida han transcurrido en un conflicto
político sin fin. Entre marchas, guarimbas, paros, elecciones, protestas,
intolerancia, expropiaciones, miedo, inseguridad, restricciones y mil cosas
más.
Fui a votar el domingo con
esperanza. Pero sin triunfalismo. Sabía que no sería fácil. Pero tampoco lo
creí imposible. Pero confieso que al leer las reacciones de la oposición por la
marcha oficialista del cierre de campaña dije: este país no ha aprendido la
lección. Ver que la gente se refería a los adeptos al Gobierno de forma tan
denigrante y clasista, me hizo entender que para algunos estos 14 años no han
servido de mucho.
Que, a esta altura, hayan
personas diciendo que todos los asistentes a la marcha estaban obligados, es
tener un desconocimiento profundo de la realidad del país. Negar que exista gente
que sea adepta a Chávez por convicción, es vivir sesgado. Me cuesta pensar que
todavía uno consiga venezolanos que piensen que las misiones no han beneficiando a nadie.
No serán del todo efectivas. Cierto. Pero quien desconozca la aceptación que
tienen es porque simplemente jamás ha subido un barrio.
Por eso cuando hoy escucho a
quienes se preguntan ¿Qué pasó? Pues sólo me queda pensar que simplemente no
hemos aprendido lo suficiente. Que hay muchos que deben mirar un poco más allá.
Venezuela no es Caracas, no es La Lagunita ni mucho menos Twitter. Somos un
país divido en partes iguales y debemos aprender a mirar el otro lado.
14
años no fueron suficientes, por lo visto. Pero no necesitamos de 6 años más
para saberlo. Diciembre es nuestro próximo reto. Hoy, tenemos permiso de
caernos. Pero mañana no. A diferencia de otros tiempos, la
oposición cuenta con un líder que dio la talla. Y que demostró el mismo domingo, su
entereza. “Que ningún venezolano se sienta derrotado”, dijo Henrique Capriles. Y a esas palabras
me acojo a partir de mañana.
Hoy, permítanme vivir mi luto.
Mirelis Morales Tovar
@mi_mo_to
Foto: Renier Otto / Últimas Noticias
Hola, hace tiempo leí tu blog y veo que aun lo tienes activo, tienes razón falta mucho por aprender, pero creo que 14 años son más que suficiente. Lo que pasa realmente y lo que ninguno pensó en el momento es que "la ignorancia es invencible", y lamentan dolo mucho ignorancia es lo que sobra en Venezuela
ResponderEliminarCon todo el respeto Roberto pienso que no captaste el mensaje. Llamar ignorante a los chavistas es precisamente lo primero que debemos dejar de hacer si queremos aprender algo de esta derrota. Hacer autocritica en este momento es saludable, lo unico malo es que todavia no he visto al primer dirigente de oposicion exponer su punto de vista sobre los puntos que debemos mejorar, las cosas que hay que dejar de hacer, etc, etc... no es facil sin embargo.
ResponderEliminarMuy buena reflexión!
ResponderEliminarUnos cuantos amigos de la oposición han dejado de hablarme porque no salí a quejarme del fraude, porque tres horas más tarde de haber reconocido Capriles el triunfo de Chávez, llamé a levantar la cabeza y seguir luchando. Porque no me sale de allí abajo, llamar a mis hermanos venezolanos pandilla de monos, tarados y demás. Por que tampoco se lo acepto a los oficialistas.
ResponderEliminarNo, no hemos aprendido la lección. Se ha sembrado demasiado odio. Se están recogiendo terribles frutos de esa siembra.
Es triste reconocerlo, pero algunos compañeros de los que votaron por Capriles, nunca han subido a un cerro, nunca se han mojado trabajando para erradicar la miseria de un país petrolero. Es una pena, pero hay que arrear con ellos para poder ser una opción en diciembre