No creo en las marchas!!
No me juzquen por lo que voy a escribir, pero debo confesar que no creo en las marchas. Ojo, y con esto no quiero denigrar o desmerecer el esfuerzo de quienes si acuden, porque consideran que es la manera de drenar tanto malestar. No tendría moral, pues yo también he ido a una que otra.
¿Por qué no creo en las marchas? Porque siento que llevamos 11 años haciéndolo y no hemos logrado nada.
Ciertamente estoy convencida de que hay que reclamar nuestros derechos antes de caer en la apatía o el conformismo. Y que tenemos que protestar por los abusos de poder. De ello estoy 100% convencida. Sin embargo, considero que aparte de las marchas también deberíamos prácticar otras cosas en las que sí creo.
Creo en la capacidad de trabajo del ciudadano, que no se conforma con la mediocridad y que se esfuerza día a día por ser mejor para sí mismo, para su familia y para su país.
Creo en la amabilidad del ciudadano, que da los buenos días al montarse en un ascensor y que da las gracias cuando lo atiende un mesonero, pues ello es una manera de contrarrestar la violencia.
Creo en la honradez del ciudadano, que es capaz de notificar cuando le cobran de menos en una cuenta o que está en contra de los negocios sucios.
Creo en el respeto que debemos tener por el otro, que nos hace incapaz de atentar contra la vida de una persona o de generarle perjuicio así sea con la palabra.
Creo en el deber de formentar la conciencia ciudadana, para que menos personas arrojan basura en la calle o conduzcan ebrios, pues ello podría ocasionarle daño a otros.
Creo en la paz que proporciona la conciencia limpia y no en la viveza criolla que tanto daño le ha hecho a este país.
Creo en el voto, porque más que un derecho es un deber que tenemos como ciudadanos y que nos permite más tarde reclamar con propiedad.
Creo que mientras abusemos de nuestra propia cuota de poder, no tenemos moral para reclamar nada.
No sé. Es lo que pienso. Y si estoy equivocada, entonces pido excusas.
Mirelis Morales Tovar
Foto: www.eluniversal.com
qué bien que creas en eso porque realmente este tipo de acciones son las que cambiarán nuestro entorno...el cambio está en nosotros mismos no en los demás... Te quiero!
ResponderEliminarMirelis, cada día me gustan más tu artículos... son muy buenos todos.. Saludos
ResponderEliminarMirelis ninguna de las cosas en las que crees, que comentas en esta entrada del blog, son opuestas a marchar. Son distintas sin duda, pero no excluyentes. Marchar es un derecho que siempre molesta a los que mandan. ¡Siempre!. La entrada es del año pasado, y de allá para acá han cambiado algunas cosas, para bien y para mal. Quizás no creas en quienes convocan la marcha, pero de ahí a no creer en marchar es otra cosa. Hay sociedades que no cuentan con ese "privilegio" para protestar o apoyar algo. En Irán, China y Cuba cada protesta en la calle es riesgosa, es heroica, es un reto al poder. Yo creo en cualquier forma de protesta, así no crea en quienes la promuevan.
ResponderEliminaryo tampoco creo en marcha, y tampoco creo en tu articulo, que alternativas propones? ya que con marcha ciertamente "no salimos" en donde estamos, entonces da alternativas para una salida, ese puede ser tu próximo artículo, te parece?
ResponderEliminarsaludos