La esperanza que no se quiere perder...
Siento envidia. Nada más escuchar cómo hablan los peruanos y los brasileros de sus países -por no ir más lejos- me hace sentir envidia. Y cómo no. Nunca he oído hablar así a ningún venezolano de nuestro país. Y menos de Caracas.
Me da la impresión de que nos hemos vuelto los mejores saboteadores del turismo. Claro, que estoy consciente de que no vivimos en Suiza y de que no gozamos de las bondades del primer mundo. Pero tenemos cosas buenas -quizás pocas, es verdad-, pero las tenemos. Y curiosamente quienes las alaban, no son los venezolanos, sino los extranjeros.
Los mejores comentarios se los he escuchado a gente que no nació en Venezuela, pero que recibió el calor de esta tierra y se muestra agradecida por ello. Los peores, los he escuchado de los venezolanos que viven en el exterior. "Ese país de mierda". Así, con el adjetivo demostrativo "ese", como si nunca hubiesen vivido aquí, como si por sus venas no corriera sangre venezolana, como si sus padres, hermanos, amigos o familiares no fuesen venezolanos.
Se les perdona porque fueron sinceros consigo mismo y decidieron partir de un país que no sienten como suyo. Lástima, claro. Pero, al menos, no están en Venezuela despotricando, ansiosos de irse a cualquier lugar, a hacer cualquier cosa, sin considerar que ellos podrían ser parte de la solución. Contrario a lo que pasa con los que "sobreviven" en Venezuela, quienes carecen de un pasaporte europeo o una green card para huir, de dinero para tomar un avión a cualquier destino o del coraje para arriesgarlo todo. Y que, en consecuencia, tienen que sufrir la inseguridad, la incertidumbre, la zozobra, el alto costo de la vida y pare usted de contar.
Yo estoy allí en ese grupo. Y ahora que me he tomado un paréntesis de seis meses en Madrid para estudiar, me sorprende cuántas veces me han preguntado: "¿Te vas a quedar aquí?" "¿Cómo sigues en Venezuela?", "De verdad, te admiro". Vaya, ha sido duro escuchar eso. Me hacen sentir como super héroe por vivir en Venezuela o como una estúpida por no habeme ido, no sé. Les cuesta creer que todavía tengo una esperanza. Y a mí también, lo confieso. Pero quiero darle una última oportunidad. No a Venezuela. Ella es maravillosa. Sino a nosotros, a los venezolanos. Una oportunidad de que podamos madurar, de que podamos reconciliarnos, de que podemos actuar por el bien común, de que podamos ser constructores de un mejor país.
Otras naciones lo han logrado. ¿Por qué nosotros no?
Mirelis Morales Tovar
@mi_mo_to
Pd: Aprovecho para dejarles una oración que escribió el famoso chef peruano, Gastón Acurio. Se las quiero dejar para que hagamos una versión venezolana y al final digamos "Amén".
Querida Mirelis, me parece que tu estás en otro grupo. No somos 2, sino 3 desde mi punto de vista. Los hijos de nadie, los que no son venezolanos porque no lo sienten así, pero tampoco serán reconocidos como hijos de otra patria (porque las patrias no son tontas y saben que quienes niegan la propia lo harían con ella); los que quisieran salir (a quienes doy el beneficio de la duda de que no se convertirán en clones de los que sólo hablan mal de nuestro país) pero no tienen los medios para irse y los que nos quedamos porque tenemos esperanza y pensamos "si todos se van ¿quién lucha por Venezuela?". Para mi esos son los 3 grupos que hay en este momento.
ResponderEliminarDicen que la esperanza es lo último que se pierde, pues me alegra porque en ese caso el 3er grupo tiene las de ganar. Sin ganas de negar los problemas, soy optimista y creo que el camino siempre es hacia adelante y para allá es que vamos.
Un abrazo y te esperamos de vuelta, caraqueña.
Me hago solidaria con esta reflexión. Un gran saludo
ResponderEliminarMe encantan los textos salidos del corazón y las entrañas! Belén.
ResponderEliminarExcelente artículo, como todos los que escribes. Un gran saludo de otro caraqueño!
ResponderEliminarCreo que fomentas la rabia y el odio hacia el que se fue, y menos precias sus razones. No es pecado no sentirse parte de un país que para algunos no existe, que es ser Venezolano?...Dependiendo de la respuesta habrá juzgar a quienes no se sienten parte de esa Venezuela, Tal vez los que piensan que no existe esten ciegos y no la vean o tal vez seas tu la que estas viendo un espejismo.
ResponderEliminarestoy en madrid si quieres discutir el tema 620776795
Escuché millones de veces el "¿Te vas a quedar aquí?". Pero también el "¿Por qué no te quedaste?" que también te tocará.
ResponderEliminarde todas maneras, tomemos todo eso y, de verdad, sintámonos Super héroes... tanto por quedarnos aquí, creyendo en lo bueno de la ciudad y en lo mejorable que tiene, como por escuchar tantas veces la misma frase sin caer en la insania mental.
Mil gracias por sus comentarios. Lamento que se haya interpretado mis palabras de esa manera. En ningún momento quise fomentar la rabia y el odio hacia la gente que se fue. No podría, porque mis hermanos se fueron y la mitad de mis amigos también. Más bien respeto su decisión y los admiro. Mi critica viene hacia quienes estando afuera dicen frases como "esa mierda de país" como si nunca hubieran vivido aquí, como si por sus venas no corrieran sangre venezolana. Esa es mi observación. Aparte escribí el post por lo que estoy viviendo en Madrid. No hay nadie que no me pregunte: te quedas, no? Qué vas a hacer tú allá? Te admiro!! Pega, pega mucho escuchar esas palabras.
ResponderEliminarAsí nació este post. Nunca escribo para fomentar el odio ni la rabia. Va en contra de mis principios. Lamento que se haya visto así.
Y con gusto vamos por unas cañas :D
Yo estuve 11 meses en Barcelona estudiando y, desafortunadamente, me topé con kilos de venezolanos que, en plena cena, decían que por ellos quemaban ese pasaporte de mierda. Sí. Salía de esas casas y llegaba a salvo. Sí. Encontré libros que nunca pensé que podía leer en original. Sí. Comí delicioso y por unos simples 100 euros visité París. Sí. Compré ropa barata y preciosa. Pero jamás me sentí tan mal como en aquella cena espantosa. Nunca. Y cargo con 31 años encima. Ese día decidí que si viajaba de nuevo, evitaría este tipo de venezolanos. Por cierto, muchos ya están de vuelta...
ResponderEliminarAh! y una amiga venezolana llegó a decir frente a un catalán que Venezuela estaba hecha de animales. Cuando tocó despedirnos esa mujer me abrazó como si estuviera viendo mi cadáver. Lloró y lloró y lo único que llegó a decirme fue que en 10 años que lleva en España no había tenido ni una sola amiga. Y eso, obviamente, lo extrañaba. Tan animales no somos entonces...¿no?
ResponderEliminarMe perece que la reflexión tiene demasiada carga emocional. Venezuela lo tiene todo para ser un gran país, pero carece de una clase media que pueda sostener una democracía y hacer cambios, mientras tanto no voy desperdiciar mi vida viviendo rodeado de mediocres y sinvergüenzas, arriesgando mi vida. Yo quiero a Venezuela pero a la distancia, no condeno a los que se van, ni a los que se quedan, y ahora mismo duela a quien le duela es 'un pais de mierda'
ResponderEliminarHola!!!... me gusto mucho tu articulo... mira una vez alguien me dijo "si te vas del pais, vete porque salio la oportunidad de tu vida afuera, o porque te enamoraste y te fuiste con esa persona... pero nunca te vayas porque estas mal en tu pais, porque afuera, probablemente lo estes..." Cuando uno esta afuera, como vas a hablar de mal del pais que te vio nacer? que te hizo ser quien eres? y donde seguro esta tu gente mas querida.... como lei en un comentario, puedes estar afuera del pais, pero ante todo eres Venezolano.. si no lo sientes asi, no eres ciudadano de ningun pais... y uno debe convertirse en un buen embajador de Venezuela, aceptando lo hermoso que tiene, y tambien lo malo...
ResponderEliminarA mi me pasa precisamente lo contrario, extrano Venezuela y Caracas en todos los sentidos, viví tantas cosas allí imposibles de olvidar. Me cuesta creer que existan venezolanos que hablen así de su país, yo por el contrario me he topado con gente muy orgullosa de nuestro país, y cada vez que nos reunimos lo hacemos haciendo honor a nuestras costumbres y cultura, a nuestra comida, a su gente, a nuestro calor humano que es lo que tanto nos diferencia del resto de los paises. La verdad me siento muy orgullosa de mi país, creo que hemos sido fuertes, poque a pesar de todas las cosas por las que hemos pasado Venezuela sigue siendo un país increible.
ResponderEliminarYo debo vivir en una burbuja, porque pensé que todos los venezolanos sentiamos lo mismo por nuestro país.
Tienes razon en algunas cosas, pero difiero contigo de otras, por ejemplo, Madrid no esta mejor que Caracas, quizas en su arquitectura es diferente, pero recueda que la mayor parte de nuestros defectos son heredados de los Europeos, que no son para nada perfectos ni estan cerca de serlo. Tenemos riquezas extraordinarias en Venezuela que no posee ninguna otra nacion, yo soy hija de españoles que quieren mas a esta tierra que muchos de Barlovento, o de Caracas, o de Maracaibo. Yo soy Venezolana y cuando alguien me habla mal de mi pais donde quiera que sea le pongo su parado, nadie puede hablar mal de mi madre ni de mi padre ni de mi patria ni de mi hijo o mi esposo. La patria es el reflejo de lo que somos nosotros mismos. Lo unico malo que tiene Venezuela son los apatridas y no son valientes, a mi juicio son unos deshubicados y unos cobardes, por que no se van buscando nuevos horizontes por arriesgados, se van por cobardes por que no tienen lo necesario para vivir en esta patria grande. Y creeme, no hay en el mundo entero, mejor lugar que Venezuela.
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